El desarrollo de la sexualidad es un desafío para las personas que forman parte del espectro autista debido a su condición compleja y variada y a las barreras institucionales y sociales a las que se enfrentan. A pesar de que la sexualidad forma parte de la vida del ser humano y su desarrollo es clave para cualquier persona, también para las personas con TEA, sobre ellas todavía persisten falsas creencias acerca de sus sexualidades. Por otra parte, una visión reduccionista de la educación sexual impide ver que ésta va mucho más allá de las prácticas sexuales: incluye también la afectividad, las emociones, la identidad, los diversos deseos, los cambios físicos y psicológicos… entre muchos otros aspectos.

Con objeto de contribuir a que se respeten y protejan los derechos sexuales y reproductivos de las personas con TEA, la Asociación Asperger-TEA Sevilla ha editado dos materiales que vienen a cubrir la falta de pautas de intervención en el ámbito de la neurodiversidad y las sexualidades: la Guía sobre necesidades afectivo-sexuales en personas con trastorno del espectro autista (TEA) y el material Principales áreas de intervención en la educación afectivo-sexual de las personas TEA, ambas escritas por Daniel Plaza Aguilar, Psicólogo Sanitario y Director Técnico de la Asociación.

En el primero de ellos, se hace una revisión de los objetivos que deberían guiar la educación sexual de las personas TEA a lo largo de la vida (infancia, adolescencia y adultez); en el segundo, se ofrecen pautas de buenas prácticas en diversas temáticas (Sexualidad Evolutiva, Diversidad Sexual, Responsabilidades y peligros, Autoestimulación, Relaciones afectivas y sexuales e Internet y sexualidad).

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