Piñeyro asegura que la gordofobia se empieza a sufrir desde la infancia, con episodios de bullying, y también con comentarios desde las familias. Desde muy pequeñas, explica que se aprende a tapar el cuerpo, a disimular y, poco a poco, la presión estética llega al punto de tener que depilarse, maquillarse… Es por ello que los casos de bulimia y anorexia aparecen cada vez más a edades más tempranas. En la guía se recoge que la salud es, en muchas ocasiones, utilizada para justificar la gordofobia, pero «la salud implica mucho más que el peso: es integración social, autoestima, atención sanitaria de calidad, derecho al empleo y a una vida digna, medio ambiente libre de contaminación…», tal y como se detalla en el documento.
Un trabajo pionero en el que se establecen una serie de pautas para dejar de discriminar, como dejar de usar la palabra gordo o gorda como insulto, hablar de alimentación en un sentido amplio, señalar las burlas, los chistes o el bullying así como apostar por el deporte inclusivo, visibilizar la variedad corporal o dejar de comentar los cuerpos ajenos. Del mismo modo, se alude a la necesidad de trabajar por la inclusión social y laboral y, sobre todo, de «escuchar a las personas gordas».
Plena inclusión Canarias ha realizado la versión en Lectura fácil.
Documentos:
- Guía básica sobre gordofobia. Un paso más hacia una vida libre de violencia
- Guía básica sobre gordofobia. Un paso más hacia una vida libre de violencia (Lectura fácil)
Muchas gracias por compartir esta información, es un artículo muy interesante!
Gracias por vuestro blog y vuestros comentarios.
Un saludo.
Nadia.
gracias por vuestro blog, toda la información es súper interesante!!
Un placer, amiga 🙂