Diversidad sexual en las aulas. Evitar el bullying o acoso homofóbico es un material especialmente necesario en el ámbito coeducativo. Escrito por Santiago Agustín Ruíz y editado por Fundación Triángulo Extremadura, a lo largo de sus páginas se presenta qué es y como se manifiesta el acoso escolar homofóbico, tratando de establecer algunas pautas para combatirlo.
El bullying homofóbico (que suele ocupar gran parte del acoso escolar) es el que se ejerce contra aquellas personas que expresamente han declarado su orientación sexual (homosexualidad, lesbianismo o bisexualidad) en el ámbito escolar o hacia aquellas personas a las que la orientación se les supone por sus gestos, tono de voz, forma de hablar o de vestir. Algunas investigaciones resaltan el alto porcentaje de estas personas (80%) que son maltratadas por sus compañeros/as.
Este bullying constituye un fenómeno complejo, arraigado en la homofobia que se transmite en el currículo oculto: por un lado, el modelo heterosexista como referencia (que prescribe unos géneros binarios y una orientación sexual determinada); por otro, no se muestran a las y los escolares modelos referenciales con los que identificarse, a lo que se añaden las dificultades para abordar la orientación sexual en el aula (el profesorado no trata el tema porque no es sensible a la realidad LGTBI, tiene miedo a tratarlo en el aula, aborda la temática desde el prejuicio o no sabe cómo abordarlo).
Por otra parte, el bullying homofóbico tiene una serie de características que lo hacen especialmente dañino respecto a otros tipos de acoso escolar:
- el insulto precede a la persona: el lenguaje homofóbico está «naturalizado» y forma parte de la socialización de la infancia y la adolescencia, y la «normalización» de la homofobia provoca en la persona LGTBI una internalización negativa del autoconcepto;
- sin grupo de pertenencia: el chico o la chica homo/bisexual no cuenta con un grupo de iguales en el que apoyarse y hacerse fuerte cuando está siendo acosada por tener una sexualidad que no es como la «mayoritaria»;
- víctimas de un doble silencio: si ya de por si el chico o la chica que está sufriendo bullying no suele denunciar su situación de maltrato por vergüenza o miedo a represalias, mucho menos aún si ese acoso se produce por ser homosexual o parecerlo. Esto supondría una «salida del armario» forzada o ayudaría a extender el rumor;
- el miedo al contagio del «estigma»: compañeros y compañeras del aula no quieren ver o silencian por miedo a que si salen en su defensa se conviertan también en centro de los ataques o se diga de ellos y ellas que son homosexuales.
Por eso nuestro objetivo de trabajo consiste en crear un clima en el que se respeten las peculiaridades sexuales de cada cual. Se trata de enseñar a adolescentes y jóvenes a asumir que sea cual sea la forma en que sientan, amen o disfruten, tienen derecho a expresarse y a ser respetados/as. Puesto que en la adolescencia tenemos miedo a ser «diferentes», proponemos abordar el bullying homofóbico como parte de un problema que nos afecta a todas y todos: la represión a la diversidad.
Documento:
Diversidad sexual en las aulas. Evitar el bullying o acoso homofóbico