«Por la calle» es un corto dirigido por Hugo Meyer y producido por Kamikaze Producciones, Argentina, en 2009, que visibiliza el acoso sexual callejero bajo la premisa de inversión de roles: ¿y si las víctimas fueran ellos?.
El corto muestra a un joven que, al salir de su casa, comienza a caminar por su barrio y se sorprende al ser piropeado por un par de mujeres que se cruzan. Pero a medida que avanza, comienza a incomodarse porque las frases empiezan a ser más subidas de tono, al punto de que una de las mujeres acosadoras lo persigue diciéndole una grosería tras otra.
Por su parte, Nerea Pérez de las Heras desgrana en clave irónica el sentido de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en pleno siglo XXI en el canal de El País TVFeminismo para torpes. En «¿Es esto acoso?» habla del acoso de forma clara para todas aquellas personas a las que les pueda generar dudas.
Y para terminar con la confusión, aquí van los dos vídeos:
A lo largo del tiempo, el feminismo ha encontrado en el mundo de la cultura la vía para establecer sus bases y propagar sus ideas a través de música, literatura, arte, teatro, cine y series. Hoy nos vamos a centrar en la historia del séptimo arte de los últimos 25 años para compartir 25 películas que nos hablan de universos femeninos desde una perspectiva profundamente feminista. Historias que hablan de las mujeres como lo que son, personas diversas como todas con historias propias y particulares. Seguir leyendo →
El Violentómetro es un material gráfico y didáctico en forma de regla desarrollado originalmente por la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género del Instituto Politécnico Nacional (México), a partir de una investigación que puso en marcha en 2009 con el objeto de conocer la dinámica en las relaciones de pareja que establecían las y los estudiantes entre 15 y 25 años. Para ello, aplicaron una encuesta a más de 14 mil jóvenes de nivel medio y superior.
Los datos arrojados en el estudio encendieron la alarma, identificando que la violencia psicológica y física se manifiesta a manera de juego y que los celos, las amenazas, las llamadas constantes al teléfono móvil, o las prohibiciones en la forma de vestir, se perciben como situaciones «normales», como muestras de cariño, atención y amor. «Las relaciones amorosas entre jóvenes son amplias, diversas y complejas ya que, en la actualidad, además del noviazgo, existen otros tipos de vínculos, pero el común denominador en todos éstos es la práctica de mandatos, conductas y roles de género adquiridos en la infancia, aprendidos y reforzados cotidianamente, y esto es lo que permite que, en muchas ocasiones, en nombre del amor, se generen situaciones de violencia en sus diferentes tipos y ámbitos». Seguir leyendo →
Respuestas fáciles a preguntas difíciles. Guía de educación sexual integral para familias es un material editado por Save The Children en el marco de su Escuela de Madres y Padres. La guía está dirigida a facilitar a las familias la educación sexual de sus hijas e hijos, proporcionando claves para mejorar la comunicación.
Elaborada por Daniel Santacruz García (Máster Oficial en Sexología, Educación y Asesoramiento Sexual por la Universidad Camilo José Cela de Madrid), «Aprender a hablar de sexualidad es contribuir a una Educación Sexual Integral, es decir, una forma de abordar la dimensión sexual de las personas de forma positiva y saludable, centrándose no sólo en las consecuencias negativas; global, porque incluye aspectos físicos, psicológicos y sociales; y que no se reduce sólo a transmitir información, sino que también desarrolla herramientas y actitudes. Es una forma de invertir en su futuro, de ayudarles a desarrollarse como personas, de conocer y conocerse, de aceptar y aceptarse y de aprender a expresarse desde una sexualidad sana, coherente y satisfactoria».
En este documento se incluye qué se entiende por sexualidad y Educación Sexual Integral, cómo es el desarrollo sexual de las personas, cuáles son algunas de las dudas más frecuentes que niños, niñas y adolescentes plantean, y de qué forma podemos utilizar esas preguntas para educar. Basada en la evidencia, la guía pretende dar claves para hablar de sexualidades, sin recetas ni protocolos, dejando a las familias la posibilidad de adaptarlas a su estilo particular de hablar y educar a sus hijos/as.
Save The Children (con la colaboración de Google) acaba de editar la guía Yo a eso no juego. Guía de actuación frente al acoso y el ciberacoso para padres y madres. La guía surge de la necesidad detectada en su anterior informe de 2016 (coordinado por Ana Sastre), que señala que uno de cada 9 estudiantes considera que ha sufrido bullying en los dos últimos meses (9,3%), y uno de cada 7 reconoce haber sido víctima de ciberacoso.
El informe, que ofrecía un análisis de la situación del bullying y ciberbullying en nuestro país, fué realizado con una muestra de más de 21.000 estudiantes de entre 12 y 16 años, repartidos por todo el territorio español. Respecto a las conductas de acoso, el 32,1 % de estudiantes de primer y segundo ciclo de la ESO reconocieron «Haber golpeado, pateado o empujado» a otro menor y cerca del 50% «haber insultado u ofendido» a otras y otros compañeros en las semanas previas al estudio, siendo estas conductas frecuentes en el 10% y el 14,7% de las y los estudiantes encuestados, respectivamente.
Al analizar el acoso a través de las nuevas tecnologías, cuyo impacto es más grave debido a que la duración en el tiempo y la audiencia del acoso se amplifica, las cifras son aún mayores. Según los datos del informe de Save The Children, uno de cada tres estudiantes reconoció haber insultado a través de internet o el móvil, y cerca de uno de cada 10 haber amenazado a otro estudiante. La difusión de falsos rumores, el retoque de fotos de terceros, el piratear otras cuentas en redes sociales o el robo de identidad también forman parte de las conductas más frecuentes utilizadas para acosar a otros compañeros/as a través de la Red. Seguir leyendo →
La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres define el acoso sexual como «cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo». Por otra parte, también se define el acoso por razón de sexo como «cualquier comportamiento realizado en función del sexo de una persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y de crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo».
Desde el ámbito educativo, una gran parte de las universidades españolas ya han instalado protocolos o gabinetes contra el acoso para que las víctimas puedan acudir y denunciar esta actuación, desde el posicionamiento claro de que el acoso sexual y el acoso por razón de sexo suponen un atentado contra la dignidad de las personas por lo que no pueden ser tolerados.
Un ejemplo de estos tipos de protocolos lo tenemos en el desarrollado por la Universidad Politécnica de Madrid, en el que se puede encontrar una descripción muy detallada y asequible sobre los distintos tipos de acoso. Algunos de los principios de actuación con los que cuenta son el rechazo a las desigualdades entre mujer y hombre, el compromiso de establecer una cultura organizativa de normas y valores contra dicho acoso, establecer una cultura preventiva y de actuación o facilitar la información y la formación adecuada.
Según la ONU, el 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia sexual en algún momento de su vida. Y, por poner un ejemplo concreto, el Observatorio contra el Acoso Callejero de Chile alerta de que las mujeres en Chile empiezan a sufrir acoso callejero a los 14 años. Apunta, además, que el 97% de los acosadores son hombres y ante este tipo de actitudes las mujeres sienten asco (60%), rabia (53%), miedo (53%) e inseguridad (35%), y que el 71% de las mujeres consideran traumática su experiencia.
Bajo estas premisas, el Instituto Andaluz de la Mujer y el Instituto Andaluz de la Juventud han lanzado la campaña #NoSeasAnimal «Fauna callejera» contra el acoso sexual/acoso callejero a las mujeres, poniendo el acento en una práctica que normaliza el papel de las mujeres como objeto sexual. Seguir leyendo →
En diciembre de 2017, la Consejería de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria ha editado el libro Masculinidades. Materiales para la formación y el debate, que reúne el contenido del curso «Masculinidades» (organizado y promovido por el Cabildo de Gran Canaria y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria), y que busca propiciar debate y reflexión sobre los estereotipos machistas.
Como se señala en la presentación de la publicación, «Reflexionar las masculinidades se convierte en tarea imprescindible si queremos avanzar en igualdad. No podemos aspirar a alcanzar una convivencia libre de discriminaciones por razón de sexo, orientación sexual o identidad de género sin analizar, revisar, desconstruir el estereotipo de hombre que impone, reproduce o se beneficia de la desigualdad de manera directa o desde la pasividad del cómplice. No habrá cambios sin remover las raíces del patriarcado.»
Bajo la coordinación de Berdintasun Proiektuak Coop. (entidad con amplia experiencia formativa en el País Vasco), la publicación es una completísima guía para abordar la masculinidad desde distintas perspectivas. Para ello, ocho especialistas escriben los distintos capítulos: la identidad y la socialización masculina, la diversidad sexual, los hombres en el trabajo doméstico y de cuidados, la implicación de los hombres a favor de la igualdad, las violencias machistas, prevenir la violencia sexista en jóvenes, y el trabajo con grupos de hombres, entre otros temas.
La sexualidad es una parte importante de la vida de todas las personas. También para las personas con discapacidad intelectual y las personas con más necesidades de apoyos. La aceptación de esta dimensión de la persona contribuye, de manera importante, al logro de la madurez y bienestar. De ahí los cambios de costumbres y actitudes en esta materia, y el interés por los programas sobre educación sexual. Se trata de que todas las personas aprendan a conocerse, a aceptarse y a estar satisfechas con su sexualidad. Una herramienta, que no se olvide, que ayuda también a eliminar el sexismo, la homofobia y la transfobia, la violencia machista y el abuso sexual. Situaciones todas ellas que persisten en la sociedad y ante las que no cabe la neutralidad.
Sin embargo, la Educación Sexual sigue siendo una excepción para las personas con discapacidad intelectual y más aún si se habla de personas con más necesidades de apoyo. Atender, educar y dar apoyo a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, es un tema de Calidad de Vida, de Salud y de Derechos. Y nada de esto será posible si ignoramos la dimensión sexual.
Por todo esto, Plena inclusión (con la colaboración y el asesoramiento de la Asociación Sexualidad y Discapacidad) ha elaborado un documento marco que plantea algunas propuestas básicas, para respetar a las personas y su entorno, que giran sobre una serie de ejes de trabajo:
Sobre las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo
Sobre las familias
Sobre profesionales y voluntariado
Sobre las organizaciones
Sobre la sociedad (ciudadanía, Administraciones y Medios de Comunicación y Artísticos)
El fenómeno de la violencia de género que afecta a un gran número de mujeres ha tenido un largo recorrido social en cuanto a su visibilidad. Al profundizar en el fenómeno, pronto se advierte que existen otras víctimas afectadas: los y las menores que viven y crecen en un hogar en que existe esa violencia y que necesariamente resultan afectados, estén o no presentes en el momento de la agresión, o resulten o no dañados físicamente. También empiezan a producirse cambios legislativos que, de señalar que a los menores les “afectaba” la violencia padecida por sus madres, pasan a reconocerles actualmente como víctimas de violencia de género por el hecho de estar expuestos a ella, superando la vieja distinción entre víctimas directas e indirectas.
En estos momentos se admite que la violencia de género tiene un gran impacto en el desarrollo psicológico de los niños y niñas expuestos a ella. Durante la infancia, la exposición a estas situaciones tiene repercusiones negativas significativas a corto, medio y largo plazo en el desarrollo emocional, social, cognitivo y académico, pudiendo afectar incluso al funcionamiento en la vida adulta. Los efectos de la violencia de género se detectan también en menores que no la han presenciado. El mero hecho de vivir en un ambiente en que existen estas dinámicas de maltrato, tiene consecuencias en los niños y niñas que pueden acabar interiorizando modelos inadecuados de identificación que, en muchos casos, se repiten en la edad adulta.
Es por ello que se exige un esfuerzo de puesta en marcha de recursos para la atención de estas víctimas junto con la formación y especialización profesional necesaria. En este contexto, la Comunidad de Madrid a través de la Dirección General de la Mujer pone en marcha en 2005 el Programa MIRA para la atención psicológica de mujeres y menores víctimas de violencia de género, y más tarde, en 2010, el Grupo de Psicólogas Infantiles Itinerantes que acerca la atención psicológica infantil especializada a las y los menores víctimas de esta violencia en sus municipios de residencia. Ambos proyectos se inician con la colaboración del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Esta especialización, su experiencia clínica en la atención directa a las víctimas y sus resultados es lo que se pretende mostrar en este Monográfico sobre Intervención Psicológica en Menores Expuestos/as a Violencia de Género.
Este Monográfico pretende compartir y dar a conocer entre psicólogos y psicólogas un ámbito de conocimiento y experiencia emergentes para poder intervenir de forma profunda, eficaz y temprana en estas situaciones, que creemos será de gran ayuda a los y las profesionales. El objetivo final de este esfuerzo pretende paliar en lo posible los efectos de la violencia sobre estas pequeñas víctimas, proporcionándoles una oportunidad para su buen desarrollo emocional, así como tratar de detener la transmisión de la violencia a las siguientes generaciones.